5.Se cumple el 45º aniversario del Consejo de Seguridad en Panamá
Ciudad
de Panamá, 19 de marzo. (La Estrella de Panamá). Conmemoramos el 45º
aniversario de la convocatoria en Panamá del Consejo de Seguridad de la ONU,
acontecimiento que marcó un antes y un después en la lucha de las
reivindicaciones panameñas. La confianza en el futuro demostró que era posible
sentar en la mesa de negociación a la primera potencia mundial por medios
pacíficos. Ello conllevaría a negociar el desmantelamiento progresivo del
enclave colonial, que había sido el eje la estrategia de seguridad hemisférica.
En
el escenario marcado por el síndrome de Vietnam, Panamá puso en marcha un nuevo
estilo de negociación abierta, sustentado en una agresiva política exterior en
los foros internacionales, lo que concitó un amplio respaldo de los principales
líderes mundiales en el Movimiento No Alineados, creando las condiciones para
posicionar las reclamaciones históricas de Panamá de un contexto bilateral a
una tribuna mundial.
Después de años de tensiones y enfrentamientos por interpretaciones unilaterales estadounidense a cláusulas lesivas a la dignidad nacional, las llamadas causas de conflicto por la perpetuidad que mantenía EE.UU. en la Zona del Canal, Panamá emprende una campaña internacional para poner en evidencia la situación neocolonialista imperante en el país y la legitimidad de nuestras demandas soberanas.
La sagacidad, ingenio y audacia del canciller Juan A. Tack, y los diplomáticos Aquilino Boyd en la Presidencia del Consejo, Carlos López Guevara y Jorge llueca, con el respaldo del Perú, otro miembro no permanente, sustentados en una Declaración Conjunta, con el respaldo latinoamericano, lograron convocar la segunda reunión del organismo fuera de su sede, esta vez en Panamá del 15 al 23 de marzo de 1973.
A nivel regional se vivía el surgimiento de una fuerza incontenible en defensa de los intereses regionales, que promovieron la creación de la Unión de Países Exportadores de Banano (UPEB) y el Sistema Económico Latinoamericano (SELA). En efecto, el alcance diplomático de la estrategia panameña fue dimensionar sus reclamaciones a nivel multilateral con la convocatoria del Consejo de Seguridad, bajo la visión del general Omar Torrijos, quien no quería comprometer a la futura generación con un problema recurrente.
Durante
las diez sesiones del Consejo, Omar Torrijos, Juan A. Tack y Aquilino Boyd
expresaron con valentía moral la legítima reivindicación panameña captando la
solidaridad del mundo, un hecho sin precedentes, que conminó a la primera
potencia a negociar el pleno ejercicio de la jurisdicción panameña en la
denominada Zona del Canal con la erradicación de la ostensible presencia militar.
Panamá deseaba librarse de la indignidad de poseer control sobre sus dos únicos
puertos y de tener un país físicamente cortado en dos por una potencia
extranjera.
Este singular enfoque estratégico de política exterior, inspirado en la satisfacción de los intereses nacionales, atrajo el más amplio apoyo mundial a la causa panameña, fue consignado en una resolución, que, pese a ser vetada, instaba a las partes, EE.UU. y Panamá, a encontrar una salida diplomática a las causas de conflicto, ello fue considerado un éxito diplomático sin precedentes en la historia del Derecho Internacional Público, toda vez que creó las bases para que se suscribiera una Declaración de Principios entre el ministro de Relaciones Exteriores, Juan A. Tack, y el secretario de Estado, Henry A. Kissinger, como punto de referencia de las negociaciones que llevaron a la culminación con la firma de los Tratados Torrijos-Carter, el 7 de septiembre de 1977.
No
existe la menor duda de que la convocatoria del Consejo de Seguridad de la ONU en
Panamá, hace 45 años, seguirá siendo el referente histórico del momento estelar
de la diplomacia multilateral panameña en el Siglo XX.
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